¿CÓMO VENCER LA ENVIDIA?



La envidia se puede detallar como una emoción que sucede cuando una persona carece de una (percibida) cualidad superior, logro o propiedad de otra persona, y la desea; o anhela que la otra persona no la tenga. Si la persona envidiada es considerada como semejante en virtud al que envidia, la envidia será aún peor, porque indica al envidioso que también él podría poseer lo envidiado. Es muy difícil que nadie pueda sentir algo de envidia de un empresario o magnate que esté en la lista de los más ricos del mundo, porque le parecerá perteneciente a un universo diferente, pero sí es más fácil que sienta envidia respecto de un compañero de trabajo o una persona más allegada. Todo esto se relaciona con el tema de la felicidad comparativa. Muchos estudios por ejemplo enseñan que la riqueza es un elemento que interviene en la felicidad percibida. Sin embargo, lo importante no es la riqueza real, sino la que el individuo tiene en relación al entorno en que se mueve. No parece muy apurado afirmar que lo mismo que está documentado respecto a la riqueza pueda ocurrir en otros ámbitos. 


¿Cómo vencer la envidia? 


* Centrarse en uno mismo y no en los demás.

Cuando nos comparamos con los demás siempre habrá motivos para la envidia. Alguien mencionó que: “Si tú deseas la gloria, podrías envidiar a Napoleón, pero Napoleón envidiaba a César, César envidiaba a Alejandro y Alejandro envidiaba a Hércules, que nunca existió”. Así la solución más adecuada sería centrarse en uno mismo. En cierta ocasión se observó en una playa como numerosas personas vendían cosas en unos humildes carritos. Aunque seguramente sus ingresos eran irrisorios, probablemente eran superiores a los de otros vecinos del lugar. En los carritos había diversas frases escritas, y era digno de caer en cuenta al observar lo que estaba escrito en uno de ellos: “No envidie, trabaje”. Cuando mires a los demás, piensa que como dice el refrán americano: “la hierba siempre parece más verde en el jardín del vecino”. Desde la distancia todo parece perfecto. Incluso la Tierra si vas lo suficientemente lejos en el espacio, parece un lugar pacífico. 


* Ser agradecido por lo que uno tiene.

Mencionaba un filósofo de que la envidia “es el arte de considerar las bendiciones de otra persona en lugar de las tuyas propias”. Debemos olvidar ese arte. Agradezcamos lo que poseemos y lo que somos; y eso nos ayudará a olvidar la envidia. 


* Enfocarnos en la abundancia.

Menos mal habitamos un planeta rebosante de recursos más no infinitos. El que una persona se convierta en millonaria o alcance el éxito, la fama o el reconocimiento de muchos, no impide que tú también lo consigas. Hay muchas oportunidades en la vida de un ser humano, la clave es saberlas aprovechar. 


* Observa en los demás que cosas positivas pueden ofrecerte.

La envidia normalmente se produce en entornos cercanos, precisamente por lo que se mencionaba antes; de que suele darse más respecto de las personas que consideramos semejantes a nosotros en méritos y circunstancias. Sin embargo, en el mismo comienzo de la envidia en el entorno está en parte su solución. El que una persona de tu entorno tenga éxito, es en sí mismo un valor para ti. Al abrirse paso en la vida esa persona, está también facilitando que tú que formas parte de su entorno tengas numerosas oportunidades con las que antes no podías contar. Así que cuando concibas envidia, recuerda que es algo natural y que un cambio en la manera de ver las cosas puede ayudar a superarla. Y cuando alguien sienta envidia o rencor de ti, intenta también recordar que es algo propio del ser humano.


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