ALTRUISMO, ¿EL POR QUÉ AYUDAMOS A LOS EXTRAÑOS?
¿Por qué los seres humanos a veces están dispuestos a arriesgar sus vidas para salvar a otros? Esta pregunta ha intrigado a filósofos y científicos a lo largo de los siglos. Según la visión neodarwiniana los seres humanos están inclinados al egoísmo. Ayudamos con arrojo a las personas que están relacionadas genéticamente con nosotros; nuestros familiares. Pero ¿Qué sucede cuando ayudamos a las personas con las que no tenemos vínculo o incluso a los animales?
Existe un sinnúmero de explicaciones, cuando ayudamos a extraños o animales, siempre debe de existir algún nivel de beneficio para nosotros mismos, como hacernos sentir conformes por esa obra o ganar la admiración de los demás. O el altruismo es una estrategia de inversión: “hacemos esas buenas acciones hacia los demás con la esperanza de que restituyan el favor, (altruismo recíproco). Incluso puede ser una manera de demostrar nuestros recursos, demostrar cuan ricos o que capacidades poseemos, y esto para ser más atractivos y así logremos aumentar nuestras posibilidades reproductivas.
En algunas ocasiones, los actos de bondad son motivados por el interés propio, pero el altruismo puro está arraigado en la empatía, es esa capacidad de ver las cosas desde la perspectiva de otra persona, ponernos en el lugar de ella, pero en un sentido más profundo, la empatía es la capacidad de sentir, no solo de suponer, por lo que otros están pasando. Es asimilar e ingresar en el espacio mental del semejante para poder sentir sus conmociones y desconciertos, así la empatía puede verse como la fuente de clemencia y altruismo.
La empatía crea un lazo que nos permite sentir compasión, podemos sentir el sufrimiento de los demás y esto conlleva a un impulso para aliviar su sufrimiento, que de esta manera se producen actos altruistas, debido a que podemos sentirnos conectados con otras personas y eso nos motiva a colaborarles cuando están en necesidad. Moralmente los seres humanos son entidades completamente unidas, la capacidad de empatía insinúa una profunda interconexión entre los seres humanos.
Existe un sentido en el que somos parte de una red compartida de conciencia. Esto es lo que nos permite igualarnos con otras personas, sentir su sufrimiento y responder a el con actos altruistas, en cierto sentido somos esos seres humanos, sentimos esa penuria de aliviar su sufrimiento, de proteger y suscitar su bienestar tal como nos gustaría que nos sucediera a nosotros mismos.
Mi auténtico ser interior realmente coexiste en cada criatura viviente, en el se fundamenta la compasión, y cuya expresión está en todo buen proceder.
Te recomiendo:
Comentarios
Publicar un comentario