LA MAGIA DE EXISTIR Y AUTOSANARNOS
Habitualmente se realiza una elección entre la vida y la muerte, la gente raramente se muere en un día, se pasan una vida muriendo, a causa de una deficiente calidad de vida, podemos existir en la felicidad o la desdicha, la ignorancia lleva a la desdicha, mientras que la razón puede producir felicidad. Nunca es tarde si la dicha es buena. Siempre se está a tiempo de vivir convenientemente, solo hay que dar el primer paso. Para procurar autosanarnos debemos tener en cuenta tres cimientos fundamentales:
Las afirmaciones, la mentira personal y los ocho traumas del nacimiento.
* Las afirmaciones son pensamientos que podemos utilizar para la sanación. Toda sanación de la percepción y las emociones se realiza cambiando nuestros pensamientos. Conseguimos cambiar nuestros estados mentales y emocionales instantáneamente, utilizando afirmaciones de forma reiterativa.
* La mentira personal es el pensamiento que interviene la mente y la totalidad de la vida de cada individuo. Es una emoción o una creencia autosaboteadora.
* Los ocho traumas del nacimiento:
- El trauma del nacimiento.
Es la oportunidad de estar solo, el pasaje por el canal de parto es una lucha por la libertad.
- Síndrome de reprobación parietal.
Es la gran fuente de la traición; los padres inconscientemente traicionan nuestro amor y confianza, de modo que tenemos una predisposición natural a repetir ese comportamiento en todas nuestras relaciones.
- Negativos específicos.
Es la ignorancia del dominio del pensamiento, cada día tenemos aproximadamente unos 20000 pensamientos y cada uno de ellos engrandece nuestra salud y divinidad humana o nos convierte en una víctima perjudicada.
- El impulso inconsciente de la muerte.
Tenemos la usanza de reproducir la muerte en nosotros de la misma forma que la sufrieron nuestros padres. Cuando caemos en cuenta de que la muerte es opcional y que cada uno de nosotros creamos nuestro final, alcanzamos la liberación y la iluminación espiritual.
- Karma de vidas pasadas.
Nuestras vidas antepuestas son solo ideologías hasta que las manifestamos. Son recuerdos que pueden ser transformados.
- Trauma de la escuela.
Se supone que la escuela debe ilustrarnos a recapacitar por nosotros mismos, pero en ocasiones hace justamente lo contrario. Paraliza nuestra creatividad.
- Trauma de la religión.
Hasta que los eclesiásticos no caigan en cuenta de que no están en posesión de la verdad absoluta, continuarán enseñando falsa doctrina y estimulando en las personas diversos traumas religiosos.
- Ancianidad.
Es el examen final de la condición humana. “La destreza suprema para conquistar la muerte es sobrevivirla”.
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