LA BAJA AUTOESTIMA RESTA AÑOS DE VIDA
Las personas con baja autoestima tienen más perspectivas de enfermar, ser menos longevos, y en casos extremos llegar al suicidio. El tener la autoestima baja afecta el comportamiento de las personas que la padecen, los individuos que están menos dispuestos a realizar ejercicio o variar su dieta, tienen más riesgo de padecer obesidad, enfermedades coronarias y otros trastornos vasculares. Una de las maneras de optimizar la autoestima de las personas es que se sientan útiles y trabajen, pero la calidad del trabajo es importante: si está mal remunerado o es degradante puede empeorar la situación.
Para acrecentar la autoestima existen varias técnicas tanto en el campo de la medicina convencional como en el de las terapias suplementarias. En particular resultan especialmente eficaces la cromoterapia, la gemoterapia y la yantrologia, que actúan a nivel energético sobre el plexo solar, el centro del poder y la estima personal. También el taichí, el yoga, la meditación y la recitación de mantras despliegan una influencia poderosa sobre la psique y la imagen que las personas poseen de sí mismas.
Otra forma eficaz es el trabajo con afirmaciones positivas, que inciden en la eliminación de las impresiones de culpa, y el derecho de toda persona a la prosperidad.
Debemos repetirnos cuando nuestra autoestima decaiga:
* Yo tengo una valiosa contribución que hacer.
* Yo me perdono completamente.
* Gracias a dios por todo lo que tengo.
* Soy una persona atractiva.
* Yo confío en mi intuición.
* Yo tengo el poder de triunfar.
Estas afirmaciones nos centran en nosotros mismos, algo esencial para devolvernos la autoestima.
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